
Es bueno, muy bueno, ser espiritual, no hay discusión respecto a esto. Empezando por lo extraordinariamente bien que hace sentirte. A años luz de cualquier cosa que puedas experimentar desde el lado materialista. Entre otras cosas porque eso es pasajero, adictivo y te esclaviza. Tu ser espiritual es atemporal, porque sencillamente, es. Y está.
Hace que tengas una visión de la vida bastante más amplia, desarrolla una perspectiva positiva sobre tu propia vida de verdad. Te provoca una actitud generosa hacia los demás, empática y dulce, dado que esto mismo ya lo estás cultivando en ti, lo conoces, y va a ser la vibración que vas a emitir cuando te relacionas con los demás. Esa generosidad viene acompañada de compasión, la tan escasa compasión.
Ante las dificultades que la vida te presenta de sorpresa y sin pedirlas, tu espiritualidad te concede una visión que se extiende más allá de esos retos y problemas. Te otorga una perspectiva bastante más amplia de lo que hasta ahora eras capaz de vislumbrar. Porque te instalas en un poso existencial verdadero y sereno, en una dimensión profunda, lo que nutre la forma en la que miras la vida y los acontecimientos que te rodean. Es más lejos sobre los desafíos que aparecen en el día a día. Te envuelve en una seguridad real.
Te recomiendo en cualquier caso que practiques meditación, esa forma de llegar a tu yo profundo, experimentar tu esencia más allá de quien crees que eres, habitando en tu presencia sobre la verdad de tu pálpito de vida en cada tiempo presente sucesivo. Meditar es una forma maravillosa de encontrar tu paz mental y tu serenidad de alma. Puedo decirte lo bien que hace que te sientas, en unión contigo y con la comunidad.
Meditar es una práctica espiritual con la que te das tiempo para concentrarte en esa práctica, lo que hace que aumente exponencialmente tu inteligencia espiritual conectando con esa sensación de paz y sosiego para llevarte al fin del miedo y te permite explorar tus valores y creencias anidadas en el amor verdadero, percibiendo el apoyo de quienes comparten la práctica espiritual. Meditando es como abres tu conciencia.
Te aseguro que meditar es lo mejor que me ha pasado en la vida. Tu visión del mundo es más profunda. En la conexión con tu esencia no hay formas opuestas porque quedan anuladas, tal como el miedo o la incertidumbre, porque no pueden coexistir cuando te enfocas en tus niveles de conciencia. Es automático. Te invito a que lo experimentes.
Y tú, ¿Sabes cuál es tu espiritualidad? ¿Conoces a lo que me refiero?
Gracias por acompañarme en esta aventura.
