
El cerebro humano tiene una curiosa peculiaridad y es que no sabe olvidar. Lo dice la neurociencia. Entonces entra en juego el propósito, la intención que pongo para manejar hábitos nuevos e introducir creencias frescas y pensamientos de reciente creación desde la conciencia. Nuevas pautas para hacer “olvidar” a tu cerebro antiguos patrones y pensamientos obsoletos. El inconsciente colectivo va más lento todavía. Pero vienen también los cambios posteriores en lo social.
Como el cerebro no sabe olvidar, para que funcione con los parámetros que tú decidas crearle, tendrás que hacerle creer lo nuevo que tú decidas insertarle. Esto se une a otra característica del cerebro: que no distingue la realidad de la ficción, no conoce la diferencia entre lo que alguien se imagina y lo que de verdad está ocurriendo. Esto lo utiliza bastante la programación neurolingüística para fijar nuevos patrones mentales con sus respectivos resortes para enseñarle al cerebro cuando actuar. La visualización creativa es otro de los excelentes recursos para tu cerebro. Y ya no digamos que adquieras el hábito de meditar.
Para mí es un asunto de sentido común: centrarse en lo que quieres vivir, poner tu foco, energía y atención completas en aquello que deseas que te sea dado por la vida en tu vida. Puedes sustituirlo por Dios, el universo o Zoroastro, da igual la etiqueta que se use. Lo que importa es que sea designado por ti por el significado que implica en tu fuero interno. Prestar atención a lo que quieres vivir no está exento de trabajo ni dedicación. Los cambios no ocurren por arte de magia. Ocurren cuando son dirigidos por ti mediante un previo planteamiento con sus consiguientes acciones. Del cielo no te va a llegar el correo electrónico que puede cambiar tu rumbo laboral. Lo que sí puedes hacer es provocar que ocurra. Siendo selectivos con tu tiempo, con la dirección que toman tus fuerzas en base a esos propósitos. Con ello equilibras la balanza para dirigirte hacia esa nueva información que utilizará tu cerebro en tu exclusivo provecho, que luego será utilizado por la sociedad debido a tu nueva aportación en el colectivo.
La nueva información para tu cerebro que viene por los nuevos y renovados enfoques que le estás dando, es la que va a utilizar tu cerebro con el nuevo hábito. Repetición y práctica. Parece ser que a los 21 días poniendo en práctica ese nuevo hábito es cuando queda normalizado y ya no va a requerir un esfuerzo adicional por tu parte. Lo harás casi de forma automática. Si lo piensas, es muy poco esfuerzo para los grandes beneficios que conlleva. Llévalo a un caso práctico y tangible habitual como por ejemplo cuando estudias una carrera con la que luego podrás ejercer el resto de tu vida profesional, si eso es lo que quieres. Estudias 4 años para trabajar 4 décadas. Y así es con todo.
Y tú, ¿Qué nuevos hábitos quieres?
Gracias por tu original existencia y estar presente apoyándome.
