
Ya hablé sobre reflexionar acerca de la muerte. Así serás más consciente de lo que verdaderamente es importante para ti. Porque al reconocer que has estado viviendo en la creencia por la cual tu vida es eterna cuando estabas con salud y joven, te estás poniendo del lado de la consciencia, que es aceptar lo que es. Reforzar la creencia sobre nuestra FUGACIDAD EXISTENCIAL. Solo estamos de paso en esta vida. Es un trayecto del viaje.
Creo que nos iría mucho mejor, como grupo social, si escucháramos e hiciéramos caso o diéramos las riendas de la sociedad a las personas mayores que atesoran la sabiduría que otorga conocer a la vida tras bastantes años. Es una experiencia de constante aprendizaje que brinda la vida cuando se acerca el final del periodo vital. Domestica a la persona y da alas a tu alma.
La vida es el mejor educador que existe. Sus lecciones son eternas. Ese conocimiento te acerca a esa aceptación de lo que es sin resistencias y eso te da paz. Aceptas la muerte y esto te va a liberar. Insertando este concepto en tus registros empoderas tu faceta espiritual. Y con ello obtienes el pasaporte directo para vivir la transición de la vida a la muerte con una clara serenidad y gratitud. Dice el refrán que no hay mal que por bien no venga. La primera es sentir la liberación al estar en paz entre esos estados: dormido en vida y despierto en la muerte. Porque después, lo que se conoce como el post mortem, a ciencia cierta nadie puede acreditar qué ocurre, aun teniendo lo miles de testimonios de vidas cercanas a la muerte (ECM´s) y cuando la ciencia atesora un sinfín de indicios.
Más allá de posibles interpretaciones y opiniones con matices sobre la muerte, lo único cierto en todo esto es que tu cuerpo tiene fecha de caducidad. Se puede sentir la felicidad como un estado de conciencia plena, una certeza de plenitud.
Y tú, ¿Asumes de verdad tu caducidad?
Gracias por estar ahí. Un buen y cálido abrazo:)
