Aflojar y dejar marchar

Me encanta cuando me fijo y veo en cómo realizas la oportunidad del cambio, la manera de aceptar lo que viene sin rechistar. Porque, aunque no te gusta, asumes lo que hay de forma estoica y admites que sigues siendo el hogar de tu nuevo constructo personal.  Te proporciona libertad y

Me encanta cuando me fijo y veo en cómo realizas la oportunidad del cambio, la manera de aceptar lo que viene sin rechistar. Porque, aunque no te gusta, asumes lo que hay de forma estoica y admites que sigues siendo el hogar de tu nuevo constructo personal.  Te proporciona libertad y te empodera en el proceso de transformación individual. Te asegura el aprendizaje que supone vivir con la mirada consciente respecto a tus paradigmas. Me asombra que no pierdes el control, no exasperas, aunque una parte interna se rebele con la pataleta del niño interior. Me quito el sombrero.

Estos cambios están directamente relacionados con los apegos. Esos sutiles anclajes a la seguridad. Tan vulnerables. La relación que tiene el ser humano en esas maneras de comportarse frente al prójimo, que nos parte el alma cuando llega la hora de decir adiós, por una u otra razón. Por ello, queramos o no, ese aprendizaje está asegurado. Lo crea o no lo crea. Le preste atención o no. En tu fuero interno sabes que duele, aceptas, asumes, dejas ir. Aunque resulte desagradable. Y permites la llegada de nuevas experiencias revestidas de aprendizajes para el alma. No necesitas convencer a nadie. El paso del tiempo te ha dado un “cum laude” de vida.

Emerge tras esa sabiduría espiritual tu fortaleza en la presencia, siendo conocedor de que ese cambio lleva a otro asunto o etapa de tu vida, sabedora de que mañana es otro día y que la virtud de ejercer mi soberanía personal está en el instante que ahora se vive. Ese conocimiento que da la vida por el hecho de vivir. Como oía yo en la mili “la veteranía es un grado”. Eres tu propio faro espiritual. Cada vez lo encuentro más en mi camino.

Y tú, ¿Aceptas, sueltas y dejas marchar?

Me entusiasma que estés ahora conmigo, juntos. Me alegras el alma ¡¡

Gracias por tu estímulo y estar ahí.

P.D.: Te cuento que el proyecto Despierta sigue su curso. La inauguración de los ciclos formativos en la Policía ha sido todo un éxito. Y en parte, gracias a ti 😊

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