Sentimos y tenemos vidas de escaparate, porque no estamos en nosotros, ni aquí ni ahora, ni de forma consciente sé qué es lo que se cuece en mi interior, ni cuales son las verdaderas razones por las que creo que hago las cosas. Vivimos abducidos por la corriente de energía de esta sociedad del bienestar, de capitalismo y consumismo, como una vía de escape para no entrar ni tratar lo que en mi interior se está cocinando.

Mis felicitaciones si has llegado hasta aquí. Puedo decirte tranquilamente que es una muy buena señal. Porque eres una persona buscadora y estás ejerciendo tu derecho y responsabilidad de conocer tu verdadera identidad para poder ser libre y feliz. Todo el mundo quiere eso, pero lo de hacer lo necesario para conseguirlo, eso es harina de otro costal.

Enhorabuena por querer encontrar la verdad, la tuya, observar tu realidad asumiendo tus certezas, no haciendo tuyas las creencias colectivas. Ya no quieres entrar a jugar a tolerar poco la incertidumbre ni creerte mucho las mentira de nuestro sistema. No deseas autoengañarte. Eso es valiente. Y escaso en nuestros días. Intuyo tu espiritualidad cuando bordeas tus límites, cuando te rebelas silenciosamente ante lo establecido. Y percibes en ese tránsito que dejas de ser alguien buscador y pasas a ser alguien descubridor.

Has instaurado en tu fuero interno la suficiente motivación para no preocuparte por las expectativas ni impacientarte por que no se cumplan. Tomas la decisión de no formar parte de esta sociedad ansiolizada. Te animo desde este blog a continuar con tu camino, estamos en la dirección correcta. ¿Cuáles son tus decisiones?

Fdo: Roberto del Santo