El anonimato y tu

Una cosa que nos revienta es sentirnos anónimos transitando por la vida. Aunque en realidad al que le cabrea mucho es a tu ego, a tu personaje, al actor diseñado por el sistema, por el paradigma social, por lo que debería de ser. Porque necesitamos sentir que soy alguien,

Una cosa que nos revienta es sentirnos anónimos transitando por la vida. Aunque en realidad al que le cabrea mucho es a tu ego, a tu personaje, al actor diseñado por el sistema, por el paradigma social, por lo que debería de ser. Porque necesitamos sentir que soy alguien, percibir que soy protagonista. Y mi personaje (creado por mi ego) provocará lo necesario para estar sujeto a esa realidad que me está constantemente creando. No hay cosa que provoque más ira que saberse absolutamente prescindible. Y es cuando más me aferro a la resistencia. Y es cuando se entra y se está en ese bucle de insatisfacción y dolor sutil e inconsciente.

“Resistirse o morir” es lo que en la sombra proclama tu ego. Y en esa posición existencial es en la que el común de los mortales habita y reside. Eso es verdad, aunque me resista a creérmelo. Nada de rendiciones, faltaría más. Porque solo puedo rendirme en el aquí y ahora, donde no hay condicionamientos temporales. En el presente es cuando no hay luchas ni fricciones ni sufrimientos, y esto al ego no le interesa, necesita sentirse perdurable en el pasado y en el futuro, porque en el ahora no tiene cabida y pierde su poder, hará lo posible para habitarnos en los tiempos pasados y futuros porque es su territorio, porque es donde se cree alguien y provoca que nuestro personaje yo, crea y sienta que tiene una identidad. Y en el anonimato, esa identidad es inexistente. Y ahí es donde mi ego plantará toda su batalla en la resistencia. Imposible claudicar.

Pero lo cierto es que no necesitamos saber que soy importante, porque ya lo somos de igual forma. Ni siquiera es importante “ser” o no anónimo. No es necesario para vivir estar en permanente resistencia, porque eso va en contra de la vida misma, que es fluir y continuar latiendo en vida, viviendo sin amenazas de ningún tipo, porque nuestra esencia no necesita etiquetas ni conceptos mentales porque nuestra dimensión es muchísimo más grande. E importante. Tan anónima que pertenece a un todo. Tan importante como lo más que se te pueda ocurrir o lo máximo que pueda hacerte sentir.

Solo puedo expresarte mi alegría cuando tú me lees, porque das vida a mi alma, y ese entusiasmo lo transmito a través del proyecto despierta.

Y tú, ¿Estás de incógnito?

Gracias por tu original existencia y estar presente en este instante.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *