
Creemos que somos seres racionales. Nada más lejos de la realidad. Somos seres emocionales. Ante todo. El problema es que queremos manejar y solucionar nuestras emociones desde lo racional. Y para preparar el terreno está bien. Pero otra cosa es cómo gestionamos las emociones desde el sentimiento. Y de esto si que ni en el colegio ni en casa nos enseñaron.
Para dirigir bien tus propias emociones, es esencial, en primer lugar, conocer exactamente qué es lo que se cuece en tu fuero interno. Detectar el tipo de sentimiento. Luego hay que darle cauce, dejarse sentir. Superar miedos y resistencias. Y permitirse sentir. La emoción dura unos 90 segundos. El sentimiento en mucho más duradero porque incluye el córtex cerebral que es la parte racional. Dese horas hasta días. Y éste sí que dictamina el día a día.
Actuamos cómo sentimos. Hay quien ni si quiera lo tamiza con la razón. La reactividad está la orden del día. Se sabe que entre los 4 y 8 segundos es el tiempo que hay cuando reaccionamos sin pensar. Es biológico. Instintivo. En mis clases insisto que una herramienta útil es coger papel y boli. Escribe lo que llevas dentro. Haz una lista. O exprésate cómo te sientes. O lo que sea que sientas o tengas en el alma. Es muy efectivo para aclararse y saber donde estamos. Y terapéutico. Lo recomiendo.
Si esperásemos con coraje y determinación hasta los 9 segundos, nuestra vida sería menos conflictiva. Para, por ejemplo, no arrepentirnos de lo que hemos hecho, o darnos cuenta del error que hemos cometido. No habrían tantos accidentes de tráfico y seguro que más de un juicio legal no llegaría a celebrarse. A veces me he sorprendido reaccionando a algún estímulo exterior que ni me va ni me viene. Es un resultado de cómo estoy. Y a la inversa también. Cuando el estímulo es provocador y no me dejo llevar. Alivia saber que eres tú quien lleva las riendas de tu vida y no es la vida la que te lleva a ti. Da libertad saber que eres tú quien pilota tu vida.
Y tú, ¿Cómo llevas tu gestión emocional? ¿Eres de las personas reactivas?
Gracias por tu apoyo y estar ahí, juntos.
