La pandemia de la oportunidad
«Nunca se ha destruido tanto ni tan rápido en cualquier ámbito. Las brechas sociales son cada vez más grandes»
La pandemia de la oportunidad. Esperanza en tiempos de crisis
Confinado en casa, como tantos millones de personas, observo que la naturaleza, la vida misma, nos está diciendo: “quédate en casa”, “para” o “no salgas”, y mejor aún “aprovecha esta oportunidad: acompáñate”.
Los hechos son abrumadores. ¿Cuál es mi decisión interior? ¿Cómo coloco mi actitud vital interna? Mi posicionamiento personal es firme: verlo como una extraordinaria oportunidad.
Nunca en la historia de la democracia se ha dado este escenario. Pueden sacarse aspectos positivos, aprendizajes. Valiosas lecciones. Tomar consciencia. Creo que hay esperanza. Mucha.
Recuerdo a esos niños que han estado confinados en sus camas de hospital de la sección de oncológicos por más de 1 año y han resistido. Mi caso es ridículo, me digo, cuando me entra el agobio del encierro en casa.
Tenemos una gigante oportunidad de tomar conciencia de quien soy, de ser conscientes sobre cuales son mis destinos y propósitos vitales, mis caminos. Qué me despierta pasión. Cómo quiero sentirme.
Es hora de sentarse, de retomarme, me darme el espacio que casi prácticamente nunca puedo darme, por el estilo de vida que llevamos.
Es hora de detenernos. Esta oportunidad invita contactar con mi verdadera identidad, de hacerme preguntas. Recomiendo tomar bolígrafo y papel. Explayarse. Ahora más que nunca. Practicar nuestra creatividad.
Aprovechemos esta magnífica oportunidad. Meditar. Saborear mi esencia. Reinventarme. Conectar con mi niño interior. Darme caricias emocionales. Redactar mi lista de deseos. Qué quiero vivir en mi existencia.
Darnos la oportunidad de descubrir aspectos apasionantes de mi persona. cómo quiero que sea mi vida, darme permiso a probarla. Respirar profundamente. Sentirnos en toda nuestra dimensión.
Practicar meditación. Cuidar mi cuerpo y mi nutrición. Yoga, deporte. Saber hacia dónde voy y porqué. Desde donde tomo mis decisiones. Dejemos a la vida que se manifieste. Somos su protagonista. Qué mejor oportunidad tendré.
Redactar punto a punto, disfrutando, aquellas acciones que van a hacer que me sienta más feliz, con las que me sienta más completo y espiritual. Permitirme sentir paz, sin conflictos. Percibir la armonía y las vibraciones positivas.
Engancharme a la compasión. Abrir mi bondad. La última condición está relacionada con mi vínculo con los demás. Relación de ayuda, win-win. Mi grandeza se muestra con la del otro.
Visualizo los momentos posteriores al levantamiento de este estado especial, porque es un comienzo de aprovechar esta oportunidad para alcanzar mi plenitud, porque se puede vivir y sentir.
Vivir la plenitud es la situación más maravillosa que puedo experimentar en mi fuero interno. Es una sensación de paz y alegría inmensas. Solo puedo hacer que recomendarla.
Porque hay esperanza en tiempos de crisis. Veamos la oportunidad.
Fdo: Roberto del Santo
