¿Sabes hacia dónde vas?

Para poder sentirme bien conmigo, en mi fuero interno, mientras emprendo acciones y voy caminando, es importante saber hacia dónde dirigir esas acciones, la dirección que seguimos de lo que hacemos para conseguir los objetivos marcados y vivir lo que deseamos.

Para poder sentirme bien conmigo, en mi fuero interno, mientras emprendo acciones y voy caminando, es importante saber hacia dónde dirigir esas acciones, la dirección que seguimos de lo que hacemos para conseguir los objetivos marcados y vivir lo que deseamos.

Hay que discriminar aquellas acciones que hago y que son dirigidas por mi ego, y por tanto las que solo me darán oscuridad e infelicidad porque estarán basadas en la inconsciencia, distinguirlas de aquellas que son dirigidas por mi ser y esencia, mi verdad, y por tanto las que solo me darán luz, porque estarán basadas en los valores más universales y espirituales. Esa luz que todos tenemos nos aporta serenidad y paz mental, equilibrio interno, bienestar corporal, emociones reconfortantes, mientras que la oscuridad que proporciona estar dirigidos por el ego aporta infelicidad y malestar en cualquiera de sus variantes e intensidades. La luz es imperturbable, eterna.

Cuanto mejor me conozca a mi mismo, mejor será la relación que exista entre las cosas que hacemos y la fuente de la que emanan. Más equilibrio existirá entre lo que pienso y lo que siento. Cuanta mayor coherencia hay en esa relación, mayor será la proporción que sintamos de consciencia y coherencia. Esto me llevará a experimentar deseados sentimientos positivos, anheladas emociones por nuestro niño interior. 

Hay algo vital con lo que contar. La felicidad que otorga el ego es efímera, con poco recorrido temporal. Es bastante simulado. Por ejemplo, comprar cosas. El mero hecho de poseer objetos, más grandes o pequeños, más valiosos o menos. Es falsa felicidad dada por un falso valor que traen los paradigmas de hoy en día, por esta sociedad de consumo, por unos ficticios valores. Lo peligroso es que son muy seductores. Hay una gran confusión en esto. Pero la felicidad auténtica, viene dada por el asentamiento interno que producen los sentimientos que vienen cuando realizo acciones desde la consciencia y el amor. Es felicidad real porque todos ganan, unos y otros, porque es universal y ayuda a seguir conectados. Es desde el respeto y la libertad.

Y tú, ¿Tienes claro a dónde vas?

Me encanta que tú me leas, eso alimenta mi alma y le da sentido a mi vida, y ese entusiasmo lo transmito a través del proyecto despierta.

Gracias por ser quien eres y por estar aquí juntos ahora.

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